El miércoles tuve un encuentro en mi trabajo formal con una mujer conflictiva, dominante, imponente. Ella estaba acompañada de tres personas más frente a mí que estaba sola, lo que favoreció en gran parte su gozo explícito por sus evidentes intentos de humillación pública.
Yo, con un entrenamiento de décadas en mis habilidades psicológicas con respecto a estas dinámicas relacionales, comprendo una vez más que la única salida ante este tipo de personas es darles el gusto en todo, total no me importa para nada quedar como boba. Así es como después de varios intentos por explicarle la realidad entiendo que su frustración no le permitía recepcionar mensajes en ese momento por muy realistas que fueran. Lo que ella quería era tener toda la razón aunque estuviera equivocada, pero en el contexto físico en el cual nos encontrábamos yo no podría recurrir a mi arma de sarcasmo explícito como suelo hacer en situaciones ridículas, así es que decido que mejor le sigo la corriente y le termino diciendo exactamente lo que quiere escuchar. El resultado fue que ella levanta muy fuerte la voz para declarar victoria en su humillación pública mientras yo por fuera muy neutralmente la observo mientras por dentro me río de la absurda situación revolucionaria de no aceptar por ningún motivo, ningún tipo de disculpa.
En fin, evidentes frustraciones humanas, tiempos violentos, luna llena, lo típico: las sombras de las personas fuera de control. Nada personal conmigo, por cierto que no.
La cosa es que pasó un día completo. Todo estaba bien, pero durante el día siguieron ocurriendo cosas completa y nuevamente fuera de mi control que tuve que volver a informarle de nuevo, ahora por teléfono para prepararla para el día siguiente, y por supuesto me volvió a retar y descargó conmigo toda su furia. Nuevamente nada personal, pienso yo, el rollo no es mío, pero aún así me tocaba a mí pasar esto así es que antes de dormir me puse a pensar en el encuentro del día siguiente y empecé a pensar en ella, a sentirla, a meterme en su mundo interior y con total permiso y autorización de Jesucristo logré entrar en ella y pude ver sus heridas, algunos episodios de su historia, situaciones que provocan reacciones, la necesidad de su equipo de guardaespaldas y entonces decidí preparar los corazones y cambiar la situación: Me quedé dormida poniéndome frente a ella, en el lugar exacto donde debía volver a verla y empecé a imaginar que yo le decía “te amo, te amo, te amo” mientras la abrazaba mentalmente. Le sonreí, la hice reír, y la besuqueé insistentemente dándole todo mi amor con mucha pero mucha alegría y abrazándola, siempre abrazándola. Así fue como me dormí.
Y llegó el día siguiente. Yo ya me encontraba preparada psicológicamente para pasar por otro posible rato de humillación pública, con mi ego riendo a carcajadas por dentro ante lo absurdo de la situación. Me encontraba yo alegre, muy alegre, de tener la oportunidad de vivenciar esto. De hecho no me correspondía estar presente en ese lapso de tiempo pero me quedé para vivirlo, porque sí, lo confieso: las batallas espirituales me divierten muchísimo, son por lejos mi gran pasión.
Entonces, ella cruzó la puerta, me miró, se acercó a mí, y oh, sorpresa: Me sonreía. Estaba agitada porque venía apurada pero muy serena hacia mí. Me habló tranquila, amorosa, y con voz suave terminó dándome ella a mí las explicaciones sobre el otro día: Me contó toda su situación personal sin que yo le preguntara nada, ella solita me hablaba y me quería contar todo sobre cómo era ella, de sus cosas, de cómo veía la vida, como si fuéramos íntimas amigas. Yo, amando apasionada y encendidamente esta nueva realidad modificada, compruebo una vez más, una enésima tal vez, que sin dudarlo estamos conectados en esa dimensión invisible del alma humana, y me alegra tanto evidenciar cómo resolver situaciones desde ese plano espiritual a través del amor genuino y por sobre todo de la alegría. Fue tan grato el momento físico, que al despedirse me agradeció y hasta me dio las manos para regalarme un cálido cariño de despedida.
Fue hermoso!!! La requeteamé!!!
Y te lo dejo aquí por si te sirve: Resolver primero en el mundo invisible a través del amor y la alegría, logra modificar los corazones muy rápidamente, porque interviene la fuerza del Espíritu Santo que habita en la cámara secreta de nuestros corazones. Desde allí, nos conectamos unos con otros a través de nuestra propia divinidad.